sábado, 11 de febrero de 2012

VILMA BÁNKY, la rapsodia húngara

Un día, el productor Samuel Goldwyn, de paseo por Budapest, descubrió una curiosa fotografía puesta en el escaparate de una tienda de la gran ciudad húngara. Se trataba de una postcard de una joven actriz llamada Vilma Bánky. Ese pelo rubio, esos ojos de un raro tono violeta...todo ello cautivó al productor. Un mes más tarde, esa novata del cine estaba en Hollywood.


Desde el primer día de vida en este mundo, la vida de la joven actriz recién descubierta había sido un tanto agitada. Vilma Koncsics Bánky nació en un pueblecito del centro de Hungría llamado Nagydorog, un gélido 9 de enero de 1901. Tuvo bastante suerte, su familia era muy acomodada. Su padre, llamado János Koncsics Bánky, iniciaba su carrera como funcionario para el Imperio Austrohúngaro, y las vistas señalaban que quedaba un glorioso porvenir para él y para su familia. Su madre era una joven llamada Katalin Ulbert, aficionada y coleccionista de artes. Vilma tenía además dos hermanos: uno mayor, Gyula (en español Julio), nacido en 1899, y una hermana pequeña, Gisella, llamada con cariño Gizi, que nació en 1903.
Cuando tenía cinco años, en 1906, su padre fue destinado a trabajar en las grandes oficinas "imperiales" de Budapest, por lo que Vilma y su familia se trasladaron a la capital húngara. La niña nunca regresaría a su localidad natal y apenas guardaría recuerdos de ésta. Pronto su madre, empeñada en que todos sus hijos cursasen los estudios en escuelas privadas, la apuntó a la Escuela Civil Egressy, exclusiva para niñas. Así, entre excursiones al campo con su familia y paseos por las selectas calles del centro de Pest, transcurrió toda la plácida infancia de la pequeña Vilma.


Hasta que llegó la Primera Guerra Mundial. Al declararse la guerra en 1914, Vilma es una joven de trece años, y tuvo que afrontar su pobreza, que estaba a la vuelta de la esquina, como mejor pudo. Gracias al continuo esfuerzo de sus padres, Vilma logró acabar la escuela primaria y completar también la secundaria, cosa que ella agradeció toda la vida, pero en cuanto finalizó éste último proceso educativo, Bánky no pudo acceder a la universidad. Dejó los estudios y empezó a trabajar. Era el año 1919, tenía dieciocho años y obtuvo un trabajo casi insignificante como taquígrafa (aunque en esta profesión no tenía mucho talento) en una oficina. Con la disolución definitiva del imperio al final de la Gran Guerra, su padre se quedó en el paro, buscando un nuevo trabajo a la par que su hija Vilma.

Pero el destino quiso que, al poco tiempo de iniciar su casi penoso trabajo, ese mismo año de 1919, un director de cine alemán llamado Carl Boese la viese por la calle y le ofreciese un pequeño papel en su nueva película, "Im Letzten Augenblick" (en español, "En el Último Momento"). Boese había quedado impresionado por la belleza de la jovencísima Vilma y quiso darle una bonita oportunidad. Así, Bánky debutó en el cine. Además, la joven estaba desde muy pequeña interesada en el mundillo de la gran pantalla y estuvo muy ilusionada con su diminuto papel.
En 1920 Bánky no participó en ninguna película, y además fue un año bastante agitado. Sus padres, buscando un feliz destino repleto de dinero, querían casarla con su novio, un joven rico llamado Imre Lukatz, quien también la presionaba para que se casase con él y no iniciase una carrera de actriz. Viendo la presión sufrida, Vilma decidió irse a Alemania. Al poco tiempo, al comprobar las productoras de cine que podía ser una intérprete muy prometedora, le ofreció una beca para estudiar arte dramático en la Escuela de Cine del actor húngaro Géza Von Bolváry, situada en Budapest. Al año siguiente, en 1921, Vilma hizo dos papeles secundarios en otras dos películas (ambas producidas y dirigidas en Hungría), "Tavaszi Szerelem" (en español, "Amor de Primavera") y "Galathea".


En 1922, Bánky se trasladó de Hungría a Alemania para poder seguir participando libremente en películas sin sufrir la presión de su familia en Budapest. Este fue uno de los años en Europa más productivos de su carrera. En esta etapa protagonizó filmes como "Veszélyben a Pokol", "A Halott Szerelme" (esta sí en Hungría), o "Schattenkinder des Glücks". En 1923 protagonizó una sola película, el filme alemán "Das Bildnis".


En 1924, siempre en Alemania, Bánky participó en cuatro filmes, de los cuales uno de ellos, "Der Zirkuskönig" (en español, "El Rey del Circo"), fue su película más famosa de su carrera europea. En enero o febrero de 1925, el productor de cine hollywoodiense Samuel Goldwyn descubrió una fotografía de la actriz en el escaparate de una tienda de Budapest. Impresionado por sus cabellos rubios y sus ojos violetas, tan expresivos, decidió contactar con el bella actriz para ofrecerle un contrato con MGM que la llevase a Hollywood. Después de más de un mes, el primer día de marzo de 1925 Goldwyn lograba mantener su primer contacto con Vilma. Aquella jornada casi primaveral le ofreció el maravilloso contrato con la compañía MGM. Bánky no se lo pensó ni dos veces. Alrededor del día 5 de marzo se trasladó a Londres, y de ahí se fue en barco a Estados Unidos, adonde llegó el 10 de marzo de ese 1925.



En cuanto llegó se iniciaron los rodajes de su primer film americano, "The Dark Angel", junto al galán Ronald Colman, de quien fue muy buena amiga. En el verano de 1925, ya finalizado el rodaje de la nueva película, la cual tuvo un enorme éxito, la contrataron para trabajar en otra producción, esta de la compañía United Artists, "El Águila Negra", junto al latin lover por excelencia de la época, Rodolfo Valentino. Éste último se divorció de su esposa, la excéntrica Natacha Rambova, un mes después de conocer a Vilma, lo que empezó a propagar el rumor de que Valentino y Bánky tenían un romance. Los rumores siguieron extendiéndose en la primera mitad de 1926, cuando ambos volvieron a compartir cartel en la película "El Hijo del Caíd", filme acaso de dudosa calidad y demasiado comercial, exclusivamente destinado a hacer publicidad a United Artists y MGM y ganar más audiencia. Aún así, la película fue un enorme éxito que catapultó a Bánky a la fama, siendo incluida dentro de las veinte grandes actrices del cine mudo. 



"El Hijo del Caíd" se estrenó a principios de septiembre de 1926, una fecha un tanto espinosa. Apenas dos semanas antes, el día 23 de agosto, fallecía a los 31 años en Nueva York, y víctima de úlcera sangrante, Rodolfo Valentino, el protagonista y supuesto amante de Vilma, por lo que estrenar el filme prácticamente durante el funeral del actor fue un desagradable error. Ello no afectó a la carrera de la actriz húngara, quien solo un mes después, en octubre de 1926, estrenaba una nueva película, la exitosa "The Winning of Barbara Worth", de nuevo junto a Ronald Colman. El filme, estrenado en España como "Flor del Desierto", fue el único western que Vilma hizo en toda su carrera.

Un año después, ya habiendo estrenado otras películas como "The Night of Love" o "The Magic Flame" (ambas también con Colman), el 26 de junio de 1927, a los veintiséis años, se casó con el actor americano Rod La Rocque. Su boda fue pagada por completo por Samuel Goldwyn, y se dice que la solemne ceremonia (cuyo banquete se celebró nada menos que en un castillo) es la boda más extravagante, cara y publicitada de toda la historia de Hollywood. Su matrimonio, uno de los más felices, duraría más de cuarenta años.


En 1928 hizo otras dos películas, "Two Lovers" (de nuevo con Ronald Colman, sería su última colaboración con éste) y "The Awakening". Se podría decir que "Two Lovers" fue su última película exitosa. Después, con el advenimiento del cine sonoro, tan peligroso para las estrellas extranjeras como ella, mantendría una fama demasiado discreta. Entre 1926 y 1928, la MGM, su compañía, se decantó por emparejarla siempre con Ronald Colman viendo la popularidad que tenía sobre el público, pero Colman empezó a engancharse en otros proyectos distintos, a la vez que Bánky empezaba a perder el interés por el cine, aburriéndose en los rodajes. En 1929 hizo su primer filme sonoro, "This is Heaven", junto al decadente James Hall. El nuevo trabajo fue más o menos un gran fracaso. Vilma tenía un acento húngaro demasiado fuerte, apenas sabía hablar inglés (pese a que en 1928 se nacionalizó estadounidense) y se entendía muy mal lo que decía. Un año después, en 1930, a los veintinueve años, y tras protagonizar el fracasado drama "A Lady to Love", Bánky anunció que se retiraba.


Solo volvería a aparecer en una película de 1933, "The Rebel", que sí tuvo bastante más éxito, pero ella ya optó por continuar con su retiro.


Sus últimos años fueron un misterio, por las poquísimas apariciones públicas que realizó. En 1937, cuando su marido también se retiró de la gran pantalla, empezaron a dirigir una próspera cadena de comercios, que sin embargo duró poco tiempo.


Durante su retiro, la húngara se hizo famosa por jugar al golf. Su deporte favorito era éste, y realizó una gran cantidad de partidas de golf, a veces incluso sin nadie que la viese, sola. De hecho, dicen que era una gran jugadora de golf incluso a los ochenta años. 


Cuando empezó la Primera Guerra Mundial, Bánky tenía treinta y ocho años, pero nunca se llegó a enterar de que todas sus películas europeas (que fueron catorce), menos "Der Zirkuskönig", fueron destruidas cuando las tropas nazis bombardearon el estudio húngaro donde los rollos de sus películas se guardaban. Además, de sus películas americanas solo quedan completas seis de los diez filmes. De ahí el escaso legado que queda de esta actriz.


Al terminar la guerra, Vilma decidió ir de visita a su país natal y reencontrarse con sus padres, a los que tanto añoraba. Pero sus padres, empobrecidos a raíz de padecer ambos conflictos bélicos, estaban viejos y enfermos. De hecho, al poco tiempo de hacer la actriz esa visita, su madre Katalin falleció en cama, en 1947, y un año después, en 1948, moría su padre János.


A partir de ahí, la vejez de Bánky se convirtió en una continua cadena de muertes muy cercanas a ella. En 1967 fallecía su hermano Gyula, después de haberse hecho escritor y guionista. Un hijo de Gyula (sobrino de Vilma), emigró a Argentina, donde trabajó como locutor de radio. Hoy en día, algunos parientes lejanos de la actriz siguen viviendo en Argentina. En agosto de 1969 moría a los sesenta y seis años su hermana Gizi, después de haberse casado con un farmaceútico de Hodmezosarvély y haber tenido tres hijos. Apenas se había recuperado Vilma de esta dura pérdida, cuando en octubre de ese 1969 se quedó viuda, Rod La Rocque murió también. Desde entonces, no haría ni una aparición pública más.


Tras unos largos años 70, en 1981, a los ochenta años de edad, creó una fundación educativa para la infancia llamada "The Bánky-La Rocque Foundation", destinada a promover la educación de los niños incluso en los países más empobrecidos. Para ello, Vilma donó hasta un millón de dólares. La fundación hoy sigue en activo. En 1986, la envejecida diosa del cine mudo decidió autorecluirse entre su mansión de Sunset Boulevard y un asilo de ancianos. Finalmente, optó por quedarse en el asilo el resto de su vida. Enferma y sola, permanecería los últimos cinco años de su vida lamentándose de no recibir ni una sola visita por parte de nadie, y enfurecida porque ni el público ni la prensa le prestasen la menor atención.


Al fin, después de llegar a ser ingresada en un hospital, Vilma Bánky murió por un paro cardiorrespiratorio en el hospital Convalescent Saint John of God de Los Ángeles, el 18 de marzo de 1991, habiendo llegado a los noventa años de edad. Sin embargo, y como si quisiera vengarse de la indiferencia de los medios de comunicación, dispuso en su testamento que su muerte no sería anunciada por su abogado hasta año y medio después, es decir, hasta el otoño de 1992. Fue incinerada, y sus cenizas se arrojaron al mar.


FOTOGRAFÍAS:







No hay comentarios:

Publicar un comentario