domingo, 12 de febrero de 2012

MADGE BELLAMY, la escandalosa mujer de los ricitos

En 1932 el mítico actor húngaro Béla Lugosi, ya decadente con el cine sonoro, rodaba una película titulada "White Zombie". Junto a él aparecía, igual de decadente y ya fracasada, una mujer de treinta y tres morena, típicamente americana y de pelo muy rizado, con aspecto entre inocente y acaramelado y sobrio y oscuro. Esa mujer, nacida con el nombre de Margaret Derden Phillpot, todavía le queda por delante un larguísimo retiro e insoportable vejez.


Margaret Derden Philpott, a la que luego todo el mundo conocerá como Madge Bellamy, ve por primera vez la luz de este mundo el 30 de junio de 1899 en una casita de Hillsboro, en el estado norteamericano de Texas. Tuvo una infancia bastante afortunada, y no tuvo que salir para adelante ella sola como pudo, a diferencia de otras actrices de su tiempo. Su padre, William Bledsoe Philpott, era catedrático de Inglés en la universidad local y ganaba un altísimo sueldo, por lo que la situación económica de los Philpott era bastante desahogada. Su madre se llamaba Annie Margaret Derden y era dieciséis años más pequeña que su marido. Ambos se casaron en junio de 1898, y Margaret nació a los pocos días del primer aniversario de bodas. Además, sus padres (ambos) eran de ascendencia irlandesa.

Aunque nació en Hillsboro, a las pocas semanas de nacer ella y su familia se trasladaron a San Antonio, también en Texas, donde permanecerían hasta 1905. En esta fecha, cuando Margaret ya tenía seis años, los Philpott volvieron a mudarse esta vez tampoco se fueron de Texas, pero se fueron a la ciudad de Brownwood, donde su padre iba a ejercer su profesión de maestro de inglés y donde la niña tampoco se terminaría de educar y criar. Cuando tenía diez años de edad, en 1909, la familia Philpott volvió a trasladarse de nuevo, ahora a la lejana ciudad de Denver, en Colorado. Fue en Denver cuando la niña Margaret empezó a interesarse más por el espectáculo y, con el permiso de sus padres, aparecía en diversas obras teatrales bastante baratas, pero fue ganando, y aunque ya a los cinco años estaba sobre las tablas de un escenario, el mundo del teatro no empezó a gustarle hasta ese momento.


Tras cumplir 17 años, en 1916, Margaret viajó prácticamente sola a Nueva York, buscando hacer fortuna en el olimpo de los teatros, Broadway. Muy poco tiempo después de llegar, lo había conseguido. A partir de 1918, Margaret (que ya había cambiado su nombre a Madge Bellamy), hizo sus primeras obras importantes en Broadway; durante los dos años anteriores había participado en muchas representaciones, pero ninguna era de importancia. Cuando en ese año de 1918 protagonizó la obra teatral "Pollyanna", luego adaptada al cine por Mary Pickford, algunas compañías de cine más o menos célebres y remuneradas empezaron a fijarse en ella, y vieron que tenía muchas cualidades para actuar delante de una cámara.

En noviembre de 1920, a sus veintiún años, firmó un contrato con el actor, productor, guionista y director de cine Thomas Harper Ince (el mítico cineasta asesinado en 1924 a bordo del yate "Oneida"), que acababa de fundar él solo una compañía bastante humilde, Triangle Films, una de las miles y miles de compañías que Universal Pictures o MGM acabaría absorbiendo con el cine sonoro. Así, Madge debutó a finales de ese año con la película "The Riddle: Woman".


En menos de un año Bellamy abandonó Triangle para unirse a Famous Players-Lasky (posteriormente transformada en la Paramount), con la que estuvo otros cuatro años, hasta 1925 más o menos, y luego firmó un contrato con la creciente Fox, con la que permaneció hasta el fin de los años 20. Entre sus películas mudas más recordadas estaban "Love Never Dies", de 1921, "Lorna Doone", de 1922, y "The Iron Horse", de 1924.

En 1928 Madge filmó su primer trabajo en el cine sonoro, "Mother Knows Best". Pero en 1929, un grave conflicto con la Fox la llevó al fracaso. Una de las primeras películas sonoras producidas por esta compañías había sido confeccionada con cuidado y cautela durante casi un año para que la pudiese protagonizar ella, considerada una de sus mayores estrellas, pero Madge ignoró el esfuerzo hecho por la productora para ese proyecto y se negó a hacer la película, por lo que la Fox, harta de los caprichos y de los escándalos de la actriz y enfurecida por todo el tiempo perdido en vano, despidió a Bellamy.


Ya en 1928 Madge había protagonizado no una película, sino un escándalo. A sus veintinueve años se había casado con un ricachón llamado Logan Metcalf, pero se ve que a ella solo le interesaba el dinero y a él la noche de bodas, porque a los tres días de casarse, y después de haber aparecido ya en todos los tabloides, se divorciaron. Bellamy nunca se volvió a casar y por supuesto, jamás tuvo hijos.

Al abandonar la Fox, Bellamy quedó relegada a hacer papeles insignificantes (alternados a veces con roles principales) en películas malísimas, de muy bajo presupuesto, filmes de serie B (o de serie Z) en compañías baratas que no conocía nadie de su público. La primera de esos opacos filmes fue "White Zombie", de 1932 (permaneció tres años sin actuar, desde 1929 hasta 1932). Ésta la protagonizó junto a Béla Lugosi, quien tras varios fracasos en el cine había quedado relegado al mismo rincón que ella. Haría unas ocho películas más, las últimas tres o cuatro con papeles muy pequeños que ni siquiera aparecían en los créditos, hasta que en 1936, a los treinta y siete años, y después de rodar la fracasada "Crack-Up", se retiró de la vida pública, aunque hizo un cameo poco importante en otro filme de 1945.

En 1943, con más de cuarenta años de edad, Bellamy aparecía en las portadas de los periódicos por un triste escándalo. Había disparado con una gran pistola a su actual amante, el multimillonario Stanwood Murphy. Ella puso excusas, como que había disparado sin querer, había sido accidental, o que ella ni siquiera había hecho eso, y resulta que la causa fue que Murphy, su amante, le había decho que la iba a abandonar por otra mujer y ella, en un arrebato de cólera, le dio al gatillo de la pistola.


Tras su último cameo ya mencionado, de 1945, la envejecida Madge permaneció olvidada durante unos cuarenta y cinco larguísimos años, cada vez más afectada por problemas económicos, arruinada, sumida en la pobreza, y terminó trabajando como una vieja empleada en una tienda local. Luego, en los años 80, todo volvió a cambiar, porque con el auge inmobiliario que se produjo en California en esa década, Madge vendió su propiedad y amasó una gran fortuna, incluso llego a tener más dinero que durante su carrera del cine.

A la avanzada edad de noventa años, el 24 de enero de 1990, Madge falleció debido a un fallo cardíaco. Su autobiografía, la cual se dedicó a escribir en los últimos meses de su vida, fue publicada poco después de que muriese.

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